La pintura en la Villa de Trinidad

Breve panorámica del desarrollo de la pintura en la Villa de Trinidad desde la etapa colonial hasta la actualidad.

– 1700 aparece en los libros parroquiales como maestro pintor un señor nombrado Dionisio Sánchez Cano.

– 1789 aparece en la prensa periódica las primeras referencias en Trinidad sobre la pintura de caballete con el reclamo de pago del pintor Andrés Solano por la pintura y todo lo demás que invirtió en las fiestas reales de proclamación del Rey Carlos IV.

– Último cuarto del siglo XVIII se sitúan los inicios de la pintura mural en la ciudad y llega hasta la década del 30 del siglo XX.

– 1836 José de Colona ofrecía sus servicios como retratista y especifica las técnicas que empleará en su trabajo (claro – oscuro y el lápiz).

– 1839 el señor Perinor brindaba sus servicios como retratista, esta vez se anuncian las técnicas: el pastel y el óleo.

– 1841 Carlos Folossi, de procedencia italiana, se dio a conocer como pintor de temas históricos y retrato al óleo, además daba clase de dibujo y pintura en casas particulares.

– Francisco Panella decoró el Café y la nevería del comercio que se abrió adjunto al teatro Brunet mientras que Santiago Sankiins se anunciaba como retratista al óleo.

– 1848 arriba a la ciudad Warren Claudman pintor norteamericano del que se conoce pintó cuadros de asuntos religiosos, retratos de personas conocidas y reprodujo cuadros de pintores italianos.

– 1849 hay noticias de la actividad de dos pintores: Eduardo B. Greene y J. A. López, retratistas que pasan por la ciudad ofertando sus servicios a todos los que pueden pagarles.

Durante la primera década del siglo XIX la ciudad fue visitada por artistas, grabadores y fotógrafos como Don Guillermo José Bonet, Daniel D’ Allaglio, Eduardo Laplante.

– Década del 50 encontramos a Francisco de Rojas del que se dice perteneció a la escuela Sevillana de pintura y Marcelino Inocencio que trabaja al óleo y al temple, Guillermo Bonet y Selles y José Wall completan los nombres de pintores de esta década.

– 1883 aparece la figura de Severiano Sánchez que se dice había realizado magistralmente un retrato de un alférez.

– 1899 – 1958 surge una generación de artistas locales que siguiendo algunas de las normas academicistas vigentes logran obras no exentas de valores artísticos entre ellos Don Antonio Herr y Grau y Antonio Zerquera.

Los años del período republicano estuvieron marcados por la indiferencia de las autoridades nacionales al desarrollo del arte, perviviendo el arte popular realizado principalmente por las capas más humildes como medio de subsistencia.

– En 1946 se abre la Escuela de Artes y Oficios, centro importante de aprendizaje de las artes plásticas, en sus inicios bajo el patronato de la Asociación Pro Trinidad, donde se formaron muchos jóvenes trinitarios en las especialidades de dibujo, pintura, modelado y escultura. Aquí impartió clases María Caridad Valdespino, ex discípula de Don Antonio Herr y Grau que siguiendo las técnicas de su maestro formó alumnos que aún pertenecen al movimiento de aficionados de la ciudad.

– A partir de 1959: como parte de los programas de desarrollo cultural impulsados por la revolución a través de las casas de cultura y otras instituciones del sectorial municipal de cultura, se crean talleres de artes plásticas vinculados a esas entidades donde surgirían los nuevos talentos, esa labor de expansión cultural motiva a determinados habitantes de Trinidad a expresar su visión personal a través del arte, se revelan al conocimiento público pintores populares de la ciudad: Benito Ortiz, un cartero, se incorpora a un taller de creación en la Biblioteca «Gustavo Izquierdo» y refleja en sus trabajos temas históricos, arquitectónicos, imaginarios utilizando los más disímiles soportes, su obra artística está enmarcada en la tendencia primitivista caracterizada por: la no formación teórica práctica del artista, soluciones ingenuas a la perspectiva, la proporción, el ritmo, el espacio y el tiempo en sus representaciones, el uso de colores puros y el alto nivel de contraste entre unos y otros, la representación realista de los temas tratados. Por la autenticidad de su obra debe considerarse como la labor de un verdadero primitivo de amplios valores estéticos con un carácter genuino.

– 1976 se funda la Escuela Elemental de Artes Plásticas «Oscar Fernández Morera» y que a partir del curso 1987 – 88 se convierte en la profesional Academia de Artes Plásticas de Trinidad.

– En diciembre de 1983 se funda la Galería de Arte, que luego se llamaría «Benito Ortiz Borrell»

En sus primeros años de fundada pasa a formar parte de los fondos de la Galería una colección de Arte Universal que había sido comprada con la donación que hiciera el gran escritor Alejo Carpentier de su premio Cervantes al estado cubano.

– En los años 80 se realizaron grandes exposiciones coordinadas con el Museo de Bellas Artes como la de los grandes maestros de la pintura cubana.

Se realizaron las primeras exposiciones de quienes hoy forman parte de la historia de la pintura trinitaria: Abel Pérez, Eduardo Cornelio.

Se realizó el I Taller Nacional de Fibras donde participaron figuras de relevancia nacional (mayo 21 de 1988)

A partir de la década del 90 y hasta nuestros días podemos hablar de características y acontecimientos en las artes plásticas trinitarias:

– El afán de búsqueda de soluciones expresivas.

– El uso de las disímiles técnicas en los diversos soportes.

– Surgen nuevas formas de decir en el discurso plástico.

– Existe la pluralidad temática convergiendo tendencias contemporáneas: corte conceptual, abstracto, figurativo, realista, figuración simbólica, temáticas tradicionales paisajísticas y folklóricas.

– El arte como medio de vida.

– Continúa la emigración de creadores. Existe la posibilidad económica, de marketing y de promoción.

– Continúa la pintura popular como manifestación importante y atractiva.

– Se mantiene el paisaje, pero no sólo en lo rural, sino también en la visión citadina, con el tema del negro, la religión, etc.

Deja una respuesta